Los riesgos ambientales deben ser siempre tenidos en cuenta a la hora de trazar planes para el cuidado del medio ambiente. De hecho, todas las organizaciones, ya sean públicas o privadas, deberían tener en cuenta las posibles repercusiones ambientales que puedan tener las actividades que desarrollen, para lo cual existen normativas y guías específicas de evaluación y toma de acciones para reducir la frecuencia o bien la gravedad de los riesgos.
§ Algunas de las consecuencias más graves de no tener en cuenta los riesgos ambientales son:
- Degradación del suelo: por ejemplo con una mala gestión de las infraestructuras.
- Degradación de la calidad de las aguas: sobre todo durante vertidos, que también afectan al suelo.
- Daño en los ecosistemas y pérdida de la biodiversidad: todos los daños ambientales tienen impactos negativos en los ecosistemas y su biodiversidad.
- Degradación de la calidad del aire: sobre todo por la emisión accidental de diversos contaminantes. Posiblemente, esto afecte de forma más directa y visible a nuestra salud que el resto de daños.
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